Toda la historia de la humanidad es la historia de la necesidad de amar y de ser amado.
El corazón -símbolo de la amistad y del amor- tiene también sus normas, su ética y... nada tiene que ver con la sensiblería y menos aún con el sentimentalismo.
Jóvenes, ¡alzad con frecuencia los ojos a Jesucristo! ¡No tengáis miedo! Jesús no vino a condenar el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y falsificaciones.
El ser humano es un ser corporal no es un objeto cualquiera. Es, ante todo, alguien; en el sentido de que es una manifestación de la persona, un medio de presencia entre los demás, de comunicación. El cuerpo es una palabra, un lenguaje. ¡Qué maravilla y qué riesgo al mismo tiempo! ¡Tened un gran respeto de vuestro cuerpo y del de los demás! ¡Que vuestros gestos, vuestras miradas, sean siempre el reflejo de vuestra alma!
Jóvenes, la unión de los cuerpos ha sido siempre el lenguaje más fuerte con el que dos seres pueden comunicarse entre sí.
El corazón -símbolo de la amistad y del amor- tiene también sus normas, su ética y... nada tiene que ver con la sensiblería y menos aún con el sentimentalismo.
Jóvenes, ¡alzad con frecuencia los ojos a Jesucristo! ¡No tengáis miedo! Jesús no vino a condenar el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y falsificaciones.
El ser humano es un ser corporal no es un objeto cualquiera. Es, ante todo, alguien; en el sentido de que es una manifestación de la persona, un medio de presencia entre los demás, de comunicación. El cuerpo es una palabra, un lenguaje. ¡Qué maravilla y qué riesgo al mismo tiempo! ¡Tened un gran respeto de vuestro cuerpo y del de los demás! ¡Que vuestros gestos, vuestras miradas, sean siempre el reflejo de vuestra alma!
Jóvenes, la unión de los cuerpos ha sido siempre el lenguaje más fuerte con el que dos seres pueden comunicarse entre sí.
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